Complejidad del nuevo producto

La complejidad, que es el grado en el que un producto nuevo es difícil de comprender o usar, afecta la aceptación del producto.

Es evidente que mientras más fácil sea comprender y usar un producto, tiene más posibilidad de ser aceptado.

Por ejemplo, la aceptación de alimentos de conveniencia, como es el caso de las papas fritas congeladas, purés instantáneos y cenas para hornos de microondas, se debe generalmente a su facilidad de preparación y uso.

Una pareja que pasa una semana en un crucero por el Caribe, puede preferir jugar Black Jack o en máquinas traga monedas porque para ellos es más fácil de comprender (menos complejo) que la ruleta o los dados.

Y mientras las videograbadoras se pueden encontrar en la mayoría de los hogares estadounidenses, millones de nosotros aún necesitamos ayuda para programar la máquina para que grabe un programa de televisión en particular. Reconocer esta necesidad ha hecho que el dispositivo VCR Plus tenga gran éxito.

El aspecto de la complejidad es especialmente importante cuando se intenta ganar aceptación en el mercado para los productos de consumo de alta tecnología.

Por ejemplo, un vendedor de computadoras recientemente comentó: «Nuestra investigación nos dice que las personas van a comprar una computadora con el mismo temor con que van al dentista.»

Cuatro tipos predominantes de «miedo tecnológico» actúan como barreras para la aceptación de un nuevo producto:

1) miedo a la complejidad técnica,
2) miedo a una obsolescencia rápida,
3) miedo al rechazo social, y
4) miedo a ser herido físicamente.

Un estudio reciente encontró que la complejidad tecnológica era la preocupación más común entre los innovadores de consumo.

Fuente: Apunte de la materia Psicología del Consumidor de la Unideg