Educar nuestros sistemas atribucionales

Lectura reflexiva de este fragmento de texto que puede ayudar a comprender la importancia y la posibilidad de modificar nuestros sistemas atribucionales para que jueguen a nuestro favor.

Objetivo de los programas: Cambiar la percepción que tiene la persona de por qué se produjo un fracaso. 

Una posible atribución del fracaso es la falta de capacidad. Por otra parte una atribución de habilidad del fracaso afecta el futuro rendimiento por su carácter estable e incontrolable. Después de hacer una atribución de habilidad la persona se queda pensando “¿por qué intentar?”. Pero afortunadamente existen otras atribuciones válidas que pueden explicar el fracaso. La falta de esfuerzo, de una buena estrategia, es decir atribuciones inestables que están bajo control voluntario. Según autores como Sewck (1975) y Anderson y Jennings (1980) encontraron que el rendimiento y la persistencia ante el fracaso aparente mejoran cuando la persona atribuye el fracaso a la falta de esfuerzo o a la mala estrategia y no ala falta de habilidad.

Esta reeducación también podrá influir sobre muchos problemas emocionales. …Wilson y Linville (1982) aplicaron la reeducación atribucional a estudiantes de primer año de universidad cuyo trabajo en el primer trimestre había sido peor de lo esperado. Cuando se les preguntó por qué su trabajo estaba por debajo de lo esperado, la mayoría de los estudiantes atribuían su fracaso a su falta de habilidad, es decir, harán atribuciones estables e internas. Wison y LInvielle razonaron que si los estudiantes atribuían su fracaso a una causa estable, entonces muchos de ellos podían llegar a abandonar la universidad (dado que sería de esperar que una causa estable de fracaso durara toda la carrera universitaria).

La mitad de estos estudiantes de primero participaron en sesiones de reeducación atribucional introduzcas por estos autores, después de que se les dijera que la mayoría de los estudiantes sacan mejores notas de una año para otro. Estos estudiantes vieron vídeos de estudiantes de primer año y de último año donde daban testimonio de que sus notas mejoran de año en año. Al mismo tiempo, la otra mitad de un grupo de control que no recibió ningún tipo de reeducación. Los estudiantes del grupo de control no mostraron ninguna mejora en sus nota media durante el año, y el 25% dejaron la universidad. Por otra parte, los estudiantes en el grupo de reeducación atribucional mostraron una mejora significativa de su nota media y sólo el 5% dejaron la universidad. Por lo general el esfuerzo por cambiar las atribuciones de fracaso académico de los estudiantes de una causa estable a una inestable produjo mejoras positivas y significativas en el rendimiento (nota media y en la persistencia (tasa de abandono))” (Reevé, 1994, pp. 231-232).

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.