El lugar de estudio

El entorno físico que rodea al estudiante afecta considerablemente en su concentración y rendimiento. Esto no sólo se refiere a las condiciones de tranquilidad y de comodidad, sino también de contar con todo lo necesario para poder estudiar.

Nuestro lugar de estudio debe guardar las siguientes características:

  • Ser un sitio acogedor donde te encuentres distendido, relajado y a gusto.
  • Ser un lugar silencioso y tranquilo, ya que el ruido dificulta la concentración.
  • Tener iluminación natural, a ser posible, o una lámpara articulable.
  • Estar ventilada para evitar el sopor y el adormecimiento ya que el cerebro consume una gran cantidad de oxígeno durante el trabajo intelectual y el aire viciado de la habitación desciende en gran medida el rendimiento en el estudio.
  • Estar a una temperatura de aproximadamente 20 grados, ni muy alta ni muy baja.
  • Contar con una mesa lo más amplia posible, una silla adaptada a nuestra altura y con respaldo firme.

Otros elementos físicos que favorecen el aprendizaje son, entre otros, los siguientes:

  • Estudiar siempre en el mismo lugar ya que la familiaridad con el entorno físico favorece la concentración en lo que se hace.
  • Contar con todos los materiales que necesitemos a mano para reducir interrupciones.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.