La salud mental en la organización

Hay muchas opiniones acerca de los componentes y proceso de la salud mental. Es un concepto muy cargado de valor, y no es probable que se llegue a una definición unánime de él.

La salud mental es un estado de bienestar psicológico y social total de un individuo en un entorno sociocultural dado, indicativo de estados de ánimo y afectos positivos (por ejemplo: placer, satisfacción y comodidad) o negativos (por ejemplo: ansiedad estado de ánimo depresivo e insatisfacción).

También puede ser un proceso indicativo de una conducta de afrontamiento: por ejemplo, luchar por conseguir la independencia, autonomía (ambos aspectos clave de la salud mental).

También el resultado de un proceso: un estado crónico debido a una confrontación aguda e intensa con un factor estresante, como sucede en el trastorno por estrés postraumático, o a la presencia continua de un factor estresante, no necesariamente intenso.

La salud mental puede asociarse también a: características de la persona como los «estilos de afrontamiento»: la competencia (incluidos el afrontamiento eficaz, el dominio del entorno y la auto eficacia) y la aspiración; son características de una persona mentalmente sana, que se muestra interesada por su entorno y participa en actividades motivadoras.

Así pues, la salud mental se conceptualiza no sólo como un proceso o una variable de resultado, sino también como una variable independiente; es decir, una característica personal que influye en nuestro comportamiento.

Existen muchos modelos casi todos ellos procedentes del campo de la psicología laboral y organizativa, que permiten identificar a los precursores de la mala salud mental. Estos precursores reciben a menudo el nombre de «factores estresantes».

Los precursores de la (mala) salud mental son, en general, de carácter psico-social y guardan relación con el contenido del trabajo, así como con las condiciones de trabajo y de empleo y con las relaciones (formales e informales) en el trabajo.

Pero ¿por qué hay que prestar tanta atención a los problemas de salud mental dentro de nuestras organizaciones? Son varios los motivos que demuestran la necesidad de prestar atención a los problemas de salud mental.

Las estadísticas de varios países indican que son muchas las personas que abandonan su empleo por problemas de salud mental.

Además de resultar costosa, en términos tanto humanos como económicos, la salud mental en un marco legal posee directivas sobre salud y seguridad en el trabajo que entró en vigor en 1993.

Aunque la salud mental no constituye el núcleo fundamental de la directiva, en su artículo 6 se presta cierta atención a este aspecto de la salud.

La directiva señala, entre otras cosas, que la empresa tiene el deber de:

– Adoptar las medidas necesarias para la protección de la seguridad.
– La salud de los trabajadores (en todos los aspectos relacionados con el trabajo),

Según los siguientes principios generales de prevención:

– Evitar los riesgos;
– Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos de trabajo y los métodos de trabajo y producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y el trabajo repetitivo y a reducir los efectos de los mismos en la salud.

Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM