Produccion de alimentos basicos

En la parte que corresponde a este apartado, la discusión se hace desde el punto de vista de la potencialidad del país para llegara ser autosuficiente en materia de alimentos básicos, dejando para más adelante los obstáculos que presenta la actual estructura productiva.

Se considera imprescindible establecer prioridades en lo que respecta al fomento de la producción de los artículos agropecuarios, pues debe darse preferencia a los bienes de consumo popular y después a los de gran rendimiento comercial. Hay que cuidar, además que los instrumentos que utilice la política de fomento no eleven excesivamente los precios finales de los artículos que constituyen la dieta básica.

En algunos casos la industrialización de ciertos alimentos absorbe toda la producción de estos en estado fresco, ocasionando un alza especulativa de los precios lo que debe evitarse mediante una plantación adecuada.

Aparentemente, la mayoría de los artículos incluidos en la dieta básica requieren de poca o ninguna industrialización. Sin embargo, es obvio que cuando se produce con una escasa capitalización y con tecnologías primitivas, los rendimientos son pobres aunque la tierra sea de buena calidad.

Cuando la mayoría de la población se ocupaba en la agricultura, bastaba que los rendimientos mantuvieran a una familia. Durante el proceso de industrialización, el crecimiento urbano y la mejoría de la dieta exigen que la producción de un campesino alcance para alimentar a varias familias.

Este objetivo sólo se puede lograr cuando se aplican conocimientos científicos a la producción; o sea, cuando se utilizan procedimientos que requieren de una moderna tecnología, de una capitalización más o menos intensiva y de una organización empresarial de las unidades productivas.

Cereales. Las posibilidades de ser autosuficientes en granos son positivas mediante la planeación y política de precios adecuados. Además, es necesario que la producción y comercialización de los principales insumos y de maquinaria y equipo, no se hagan con un criterio mercantil sino considerando sus efectos en el producto final.

Ganado mayor y menor. Es bastante considerable el déficit de leche y muy bajo el consumo de carne; por tanto, debe darse impulso a la industria pecuaria mediante la investigación para lograr forrajes y alimentos balanceados a partir de los esquilmos agroindustriales o de plantas tropicales, que proporcionen proteínas, azúcares y carbohidratos no aptos para el consumo humano. Hay que tener presente, además, que la cría de ganado puede hacerse en algunas áreas inadecuadas para los cultivos agrícolas, como son los lomeríos y las zonas semiáridas.

Es urgente enfrentarse al problema que significa el oligopolio ejercido por las empresas trasnacionales en el terreno de los alimentos concentrados los cría, sueros y vacunas, y que también afecta a los insumos industriales requeridos por las actividades avícola y porcícola, incidiendo principalmente sobre los pequeños y medianos productores que se ven desplazados del mercado por la disminución de sus márgenes de utilidad.

La leche y los huevos, que suministran proteínas de buena calidad y son muy adecuados para la alimentación infantil, deberían consumirse en mayores cantidades, sobre todo en las áreas rurales. Un mayor consumo se lograría con una reducción de sus precios, los que se elevan a consecuencia del oligopolio que las empresas extranjeras ejercen sobre los alimentos balanceados para aves.

Pescado. A pesar de que México posee extensos litorales y abundancia de ríos y lagunas, el pescado no constituye, como podría serlo, uno de los principales elementos de la dieta de la población en general. Esto se debe, entre otros factores, a que siendo el pescado un producto de fácil descomposición, no se cuenta con las instalac iones que requiere un moderno sistema de transporte, conservación y distribución, para que ese producto llegue en buenas condiciones y a precios accesibles hasta los grupos que todavía no lo consumen. Conviene destacar que, para su alimentación, el pescado no compite con el ser humano.

Oleaginosas. Las grasas ocupan lugar importante en una dieta balanceada, por lo que es necesario fomentar la producción de las semillas oleaginosas de temporal como el ajonjolí, la colza y el girasol, y propagar las especies arbóreas de alto rendimiento como la palma de coco, la palmera africana y el coquito de aceite.

La soya se perfila como un importante alimento para consumo humano; sin embargo, requiere ser sometida a diversos procesos industriales, sencillos en algunos casos, para que sea utilizada y aceptada sin problemas por la población mexicana. En cambio, tratada al calor, la soya es buen alimento para el ganado vacuno.

Azúcares. Aunque no tiene valor proteínico sino solo calórico. se considere que en la actualidad el elevado consumo medio de azúcar no pr esenta problemas de abastecimiento ya que inclusive es uno de los principales productos de exportación.

Sin embargo, la creciente demanda industrial de este artículo tiende a reducir los excedentes exportables, por lo que tal vez, en un plazo de cinco años, la producción deje de ser suficiente para atender la demanda. En consecuencia, convendría buscar desde ahora mecanismos para elevar los rendimientos de los campos cañeros y de la industria mediante la reorganización en los campos de cultivo y en los ingenios; así como estimular la producción de nuevos jarabes a partir de insumos baratos como la mandioca, la remolacha y el sorgo dulce.

Verduras. No se presentan problemas difíciles en la producción y consumo de jitomate, cebolla, chile, calabacitas y otras especies de gran demanda. Sin embargo, se juzga conveniente que en el programa de huertos familiares se haga hincapié en los poderes nutritivos que, por su contenido de vitaminas y minerales, tienen ciertas especies vegetales de consumo popular como las verdolagas, quelites, nopales, romeritos, hongos. etc. que pueden ser una contribución valiosa para enriquecer la dieta.

Tubérculos. En virtud de los alentadores resultados que han tenido las investigaciones relacionadas con la conservación de la papa, así como los precios relativamente reducidos de ésta y otras raíces feculentas, pueden constituir una buena fuente de suministro de carbohidratos, sobre todo para los sectores de bajos ingresos.

La papa ha sido alimento básico en la dieta de muchos países europeos, pero siempre acompañada de huevo o de alguna carne, la falta de este complemento puede explicar el hecho de que el consumo de papa no esté muy difundido en México.

Frutas. La fruticultura es una actividad muy compleja que requiere de fuertes inversiones y de una aplicación casi constante de mano de obra pero los rendimientos que proporciona son más elevados que los de otros cultivos.

A las frutas en general se les ha considerado corno golosinas o como artículos de lujo, cuando en realidad son buenos nutrientes, pues además de suministrar calorías poseen un alto contenido de vitaminas y minerales.

El plátano puede llegar a ser un alimento básico, porque tiene cualidades semejantes a las de la papa y otros cereales. El consumo de frutas podría ser mayor, ya que sus precios está n al alcance de los sectores de bajos ingresos sobre todo en las épocas de cosecha. siempre que formen parte de una dieta diversificada pues algunas especies llegan a cansar si su consumo es exagerado.

Agua potable y otras bebidas. El agua es un elemento esencial de la vida: la cantidad mínima indispensable que requiere el ser humano es de 2.5 litros al día, la que se ingiere en forma de bebida o como parte de otros alimentos. La cantidad de agua consumida varía de acuerdo con factores de carácter socioeconómico, cultural y climatológico.

Para que el agua se considere como potable debe ser inofensiva para la salud. La contaminación biológica del agua puede ser muy grave, lo que se manifiesta en los elevados índices de morbilidad y mortalidad por enfermedades gastrointestinales, sobre todo en los niños.

El consumo de otras bebidas del tipo de los refrescos embotellados está muy difundido en el país, y aunque ofrecen ciertas ventajas, como la de ser una fuente de energía de rápida absorción y sobre todo, dar garantía de pureza y ausencia de contaminación, es un hábito que debería desalentarse, ya que representa un costo excesivo y sustituye otras posibilidades de mejor alimento.

La insuficiencia de los servicios de agua potable, especialmente en el medio rural, constituye un problema de sanidad pública, que inci de directamente en la salud y bienestar de la población.

Factores estructurales que limitan la modernización de la actividad agropecuaria

La estructura socioeconómica del sector agropecuario tradicional adolece, entre otras, de las siguientes limitaciones:

1. Reducida inversión, que ha dado por resultado una deficiente infraestructura, una baja capitalización y escasa mecanización.

2. Bajo nivel educativo e insuficientes servicios de extensionalismo que además resultan inadecuados como consecuencia de la incompleta educación que recibe el campesino.

3. Falta de Organización para la producción, para el consumo y para la participación política. Estos tres tipos de organización resultan necesarios para la defensa de los intereses campesinos, en la compra de insumos, en las solicitudes de crédito, uso de maquinaria, comercialización de sus productos, fijación de precios, seguridad social, elección de representantes, etc.

En general, la incompatibilidad entre los avances tecnológicos y las estructuras sociales imperantes en el sector agrícola tradicional, impiden la modernización de los sistemas de producción en este sector.

Maquinaria. El campo mexicano necesita mecanizarse, en la forma y proporción técnicamente convenientes, para elevar la productividad del trabajo agrícola, y sin provocar, innecesariamente, desplazamientos de la mano de obra. Las empresas extranjeras que en la actualidad fabrican la maquinaria agrícola que se ocupa en el país, lo hacen con un criterio comercial, como una función lucrativa que busca producir los equipos que tienen un mercado atractivo y no aquéllos que son necesarios o convenientes.

Es preciso, por tanto, que se le dé a este renglón un carácter de industria básica para que el Estado intervenga en la producción y distribución de la maquinaria e implementos agrícolas.

Debe exigirse que las empresas extranjeras mexicanicen su capital con participación pública y privada, para que en coordinación con las empresas nacionales produzcan equipos agrícolas adecuados a las regiones, cultivos, labores, necesidades y recursos del país.

Extensionismo. La carencia que existe de personal capacitado para impartir asesoramiento técnico se constituye en un grave problema por la proporción tan baja que de la superficie agrícola nacional recibe este servicio.

La labor más importante que debe realizar el extens ionista agrícola, que es la transmisión al productor de las experiencias y las innovaciones técnicas, fracasa con frecuencia porque en el proceso de comunicación se establece una relación de sujeto a objeto, en la que no se consulta al campesino, ni se le permite intervenir en la toma de decisiones.

Es ventajoso que el extensionista proceda del medio rural ya que así conoce los problemas por resolver y su formación cultural y social le permite identificarse plenamente con la población a la que debe orientar y transmitir sus conocimientos.

En algunas regiones del país con núcleos numerosos de población indígena se han logrado buenos resultados con la preparación de promotores bilingües, nativos, que han sido capaces de captar los conocimientos y tecnologías no indígenas y de transmitirlos en una forma adecuada para que sean aceptados por la población indígena.

Además de la asistencia técnica destinada a increme ntar la producción, el extensionista debe promover el establecimiento de organizaciones colectivas que coloquen a los campesinos en una situación ventajosa frente a las grandes empresas, inclusive las del Sector Público, que comercializan e industrializan sus productos. Asimismo, es necesario promover la organización campesina para influir en la formulación de las políticas de precios. de abastecimiento de insumos, almacenamiento y disponibilidad de la producción y de sus eventuales excedentes.

Organización. Se subraya la gran importancia que reviste la participación del campesino en la toma de decisiones que afectan su vida, como prerrequisito indispensable para lograr una mejoría en su nivel de vida y su capacidad productiva.

Se considera a la explotación colectiva como una forma avanzada de organización, señalándose las dificultades de establecerla, si previamente no se avanza en los mecanismos de planeación y de canalización de recursos financieros y humanos de nivel especializado.

De esta manera, es posible promover, de inmediato y en muchas regiones, un tipo de agricultura de nivel intermedio, diversificada con la rotación de cultivos que sean adecuados a la conservación y mejoramiento de los suelos, combinada con ganadería de diversas especies. Esta agricultura de tipo familiar, casi artesanal, se puede explotar en unidades medianas que normalmente ocupan mucha mano de obra.

Por otra parte, para llevar a cabo la colectivización agrícola, se requiere. como paso previo, la preparación de promotores que se ocupen de difundir las formas colectivas de organización, así como de asesorar a los campesinos en la aplicación de las mismas, orientándolos hacia las más asequibles, como lo son el grupo de ayuda mutua, la cooperativa de consumo o el grupo solidario de crédito, que preparan fácil y sólidamente a los campesinos para las modalidades del trabajo en común.

Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg