¿Qué es Educación a Distancia?

¿Qué te sugiere, en primer lugar, el concepto de estudiar a distancia?… ¿a distancia?… es probable que las primeras ideas que te vengan a la cabeza puedan tener algo que ver con los términos “lejanía” “separación de” o incluso “soledad”. Todos ellos comparten un cierto tinte emocional de carácter negativo. Sin embargo, vamos a mostrarte cómo la realidad actual de la educación a distancia, gracias a todos los avances metodológicos y tecnológicos que se han ido incorporando, se acerca más a un sistema “sin distancias” que a su acepción más extendida.

Empecemos por una definición a cargo de uno de los autores más relevantes en este campo, Michael Moore, que concibe la educación a distancia como:

“Conjunto de métodos de instrucción en el que los procesos de enseñanza se desarrollan separados de los de aprendizaje. En consecuencia, la comunicación entre quien aprende y quien enseña debe ser facilitada a través de medios impresos, electrónicos, mecánicos u otros”

“Requiere técnicas específicas para el diseño de los cursos y la metodología… así como a efectos organizativos y administrativos”
(Michael Moore, 1972, 1996)

Desmenucemos esta definición matizando y añadiendo, además, otros aspectos:

1. Comenzaremos por el concepto central, la separación. Esta separación comporta distintas facetas. Es una separación espacial y temporal entre:

  • Profesores y estudiantes.
  • Estudiantes entre si.
  • Estudiantes e infraestructuras para el aprendizaje (clases, laboratorios, etc.).

La educación presencial requiere necesariamente de una confluencia espacio-temporal de profesores y estudiantes en lo que denominamos clase, lugar central en donde transcurre el proceso de enseñanza y transmisión de conocimientos a cargo del docente, como parte del proceso de aprendizaje de los estudiantes. La clase es un espacio de interacción sincrónica, es decir, que ocurre en el mismo tiempo para todos los agentes intervinientes, el docente y los estudiantes.

Sin embargo, la educación a distancia se caracteriza, precisamente, porque estos actores no tienen que intervenir en el mismo espacio ni tampoco, necesariamente, en el mismo tiempo. En ese sentido, flexibiliza todo el proceso adecuándose a las necesidades y a la disponibilidad de los tiempos de cada estudiante, por ello hablamos de un sistema de educación “centrado en el estudiante”.

2. Medios para establecer el vínculo enseñanza-aprendizaje y la interacción entre docentes y estudiantes.

Aunque docentes y estudiantes se encuentren “a distancia”, el vínculo entre ambos debe establecerse para que el proceso educativo se produzca. Toda la metodología desarrollada para la educación a distancia ha surgido de la necesidad de cubrir la distancia espacial y temporal entre profesor y estudiante utilizando medios que permitieran suplir la ausencia presencial del profesor. En este apartado podemos destacar dos áreas principales:

a. Recursos educativos.
b. Medios de Interacción.

Una combinación de ambos tipos de interacciones puede enriquecer mucho la comunicación. Lo que debe quedar claro, con respecto al potencial que las vías de comunicación actuales proporcionan a la educación a distancia, es que la interacción que los sistemas de educación a distancia utilizan hoy en día es mucho más versátil y variada que en la enseñaza presencial.

Además de las anteriores – propias de la educación a distancia- se añaden, otra serie de características que son especialmente importantes (Sánchez-Elvira y Santamaría, 2006):

  • Una Institución que da estructura y soporte, tanto para la planificación y la preparación de los materiales didácticos y como para proporcionar apoyo al estudiante.
  • Acreditación institucional: la legitimización oficial de las enseñanzas es un elemento de validación importante para la educación a distancia en los países donde este sistema es ofertado. La institución en la que vas a cursar tus estudios es una Universidad reconocida que imparte títulos oficiales.
  • Sistema de apoyo basado en el concepto de tutoría, o guía al alumno a distancia a lo largo de su proceso de aprendizaje a cargo de la figura del tutor.
  • Relacionado con el punto anterior, cabe señalar la posibilidad de encuentros presenciales regulares entre tutores y alumnos y, ocasionalmente, entre profesores de la Sede Académica y alumnos gracias a las actividades que tienen lugar en espacios como aulas, bibliotecas, laboratorios, etc.
  • Finalmente, queremos destacar que el desarrollo de un aprendizaje activo y autónomo por parte del estudiante es especialmente relevante en un sistema a distancia.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.