Tecnología y desarrollo agroindustrial de alimentos

Se hace notar que México ya posee una buena infraestructura educativa y científica en el área de las ciencias agronómicas, biológicas y químicas, conectadas con la producción de alimentos.

Sin embargo, se reconoce reiteradamente la necesidad de integrar las actividades de investigación a las de la producción agropecuaria,con el propósito de elaborar tecnologías propias, adecuadas a las necesidades y recursos del país.

La actual dependencia de la tecnología y de la organización de las empresas extranjeras encarece los insumos industriales, limita el incremento de la producción y redunda en perjuicio de los productores medianos y pequeños.

Por otro lado, se advierte que producir alimentos para una población de la magnitud de la nuestra, con sus aceleradas tasas de crecimiento y de concentración en áreas urbanas requiere de una capitalización cada vez más intensa y de una gran variedad de tecnologías.

Como ejemplos específicos de necesidades que requieren investigación científica y aplicación tecnológica, se citan los siguientes: mejoramiento en calidad y rendimiento de los cultivos tradicionales, alimentos para el ganado que no compitan con los destinados al consumo humano directo, búsqueda y evaluación de nuevas fuentes de proteínas, conservación de granos y de otros artículos perecederos, explotación eficiente de nuestros recursos marinos abastecimiento y tratamiento de agua potable para las pequeñas comunidades.

Las políticas de desarrollo agropecuario deben incluir en sus programas financieros y ejecutivos el aprovechamiento de la infraestructura científica y tecnológica existente para lo cual se sugirieron como medidas concretas:

1. Un sistema de información permanentemente actualizado, entre los organismos ejecutivos del Gobierno Federal y la infraestructura científica nacional.

2. Contratos y convenios de asesoría para la evaluación y ejecución de proyectos específicos, entre las entidades públicas y las científicas.

3. Contratos y convenios entre los organismos citados, para el desarrollo o adaptación de tecnologías consideradas como necesarias.

4. Fortalecimiento de la estructura educativa, en las áreas identificadas como importantes para el desarrollo agropecuario.

5. Utilización del servicio social de los pasantes, mediante su contratación para realizar labores interdisciplinarias bien programadas, con un criterio de beneficio social claramente definido.

Puede entenderse corno agroindustria la producción de insumos industriales agroquímicos v otros que utilizan la agricultura, aunque también cabe la aceptación de entender por agroindustria todos los procesos que agregan valor a los productos agropecuarios como el empaque, beneficio, molienda, conservación, transformación, etc.

El concepto de agroindustria supone la integración vertical de los procesos de conservación y transformación de la producción agropecuaria.

La agregación horizontal de los recursos productivos y la integración vertical de los procesos de producción permitirán aprovechar toda la mano de obra disponible en el sector agropecuario, elevar su productividad y generar excedentes para su capitalización continua.

En el tratamiento de este tema, se menciona que los problemas más serios que hay que resolver se refieren a la localización de la industria y al tamaño de la planta.

La localización está relacionada con la existencia —actual o programada— de una infraestructura de ingeniería rural indispensable para la operación de la planta (caminos, agua, luz), así como con el tamaño o escala de operaciones y debe ser hecha con el mayor cuidado. La escala, a su vez, depende del tipo y tamaño del mercado.

El tratamiento primario de los artículos agropecuarios en el lugar en que se producen disminuye las pérdidas por descomposición y permite una mejor utilización de los subproductos; también se obtienen artículos con mayor aceptación en el mercado o que tienen aplicaciones en otras industrias.

Una planeación eficiente seguramente combinará unidades industriales de pequeño y mediano tamaño con grandes plantas que aprovechen las economías de la escala.

Una de las ramas más modernas de la agroindustria pues su desarrollo apenas se remonta a los años cincuenta— es la producción de alimentos balanceados, por ahora en manos de compañías transnacionales.

El diseño de tecnologías y métodos para el manejo y tratamiento adecuados de los productos agropecuarios y de alimentos para el ganado que funcionen en forma eficiente a pequeña escala y que sean fáciles de adaptar al medio rural constituye un reto para los técnicos e investigadores del país.

Los mecanismos administrativos deben perfeccionarse para que, sin disminuir la eficiencia productiva, la propiedad y el control de la pequeña industria permanezcan en poder de los campesinos, con el asesoramiento y la participación, en el caso, de las instituciones públicas especializadas.

Por su parte, la gran agroindustria requiere de una estrategia diferente, en la que haya una participación estatal directa, sin descuidar la participación de los campesinos y la intervención de éstos en la toma de decisiones.

En una primera etapa, el organismo público correspo ndiente podría enviar técnicos que, encargados de establecer y organizar las industrias agropecuarias, actuaran como empleados al servicio de los campesinos propietarios. En una etapa posterior, mediante un programa de capacitación, los administradores serían los propios campesinos, miembros de las agroindustrias.

Ya que las proteínas de origen animal constituyen una proporción muy pequeña de la dieta alimentaria de la mayoría de la población mexicana, se opina que sería conveniente estudiar la posibilidad de mejorar la eficiencia proteínica de la dieta, mediante la adición de proteínas y aminoácidos obtenidos sintética y biosintéticamente.

Después de discutir el tema, se puede llegar a la conclusión de que las levaduras y otros alimentos de este tipo no pueden ser sustitutivos proteínicos sino sólo complementos de la dieta humana, además de que su producción requiere de instalaciones complejas y costosas.

Por otra parte, existe la alternativa de utilizar esas proteínas como uno de los elementos nutritivos en la cría de ganado y aves, lo que no implica el problema psicológico que se presenta cuando se introducen en la dieta de los seres humanos alimentos nuevos o extraños, que hasta pueden resultar tóxicos, como parece ser el caso de la espirulina y algunas levaduras.

El problema de la alimentación en México no va a resolverse con el simple incremento de la producción de los alimentos básicos. La satisfacción de las necesidades alimentarias de una población de la magnitud y el crecimiento acelerado de la nuestra, precisa, en primer término, del acceso al mercado de trabajo de toda la población dispuesta a hacerlo, en todos los sectores de la economía, y de aumento en el consumo efectivo que absorba la mayor producción.

Es importante apoyar y fortalecer el desarrollo industrial de la actividad agropecuaria para aprovechar la mano de obra rural, en la actualidad subocupada o empleada estacionalmente, y para lograr una mejor utilización de los productos agropecuarios, con el consecuente aumento y diversificación de los alimentos disponibles para toda la población.

Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg