Análisis ambiental
El análisis ambiental es una tarea permanente y diaria, la organización puede retroalimentarse de lo que sucede afuera con respecto a nuestro productos a través de la observación de la competencia, también la información que nos trae nuestros vendedores es de primerísimo mano así como las estrategias de promoción y publicidad en los diferentes medios de comunicación que tiene que ver con la competencia directa o indirecta.
Pero sin duda alguna es imperante como administradores resolver esta situación a través de un análisis más formal con herramientas administrativas tales como la matriz FODA, y prácticas como el benchmarking.
Los gerentes de cada área tienen una gran responsabilidad en el análisis ambiental organizacional, con el fin de mejorar la capacidad para la toma de decisiones y ejecución de planes.
La información oportuna y precisa sobre el ambiente organizacional permite a la empresa aprovechar oportunidades o tomar cartas al asunto sobre amenazas ya sea al sector o a la empresa de manera directa.
Cuando los gerentes no tienen suficiente información sobre el entorno, entonces estamos hablando que la empresa está funcionando en un escenario de incertidumbre, y a medida que aumenta esta los gerentes deben de desarrollar técnicas y métodos para recopilar, seleccionar e interpretar información acerca del ambiente.
Los escenarios de incertidumbre responden a dos condiciones:
– Complejidad. En este punto se entiende que los gerentes tienen una gran cantidad de información con respecto al ambiente y que no simplemente tiene que analizarlos, también de encontrar la conexión entre ellos.
Este factor califica si el entorno tiene muchos y diferentes elementos entre si, o pocos elementos.
– Dinamismo. Este es el inexorable paso del tiempo en nuestra sociedad, los cambios son cada vez más drásticos, esto exige cambios radicales en la empresa para comprender y trabajar con los cambios en los escenarios ambientales.
La dinámica puede ir de extremadamente estable, hasta escenarios muy cambiantes.
Las organizaciones en base a este par de factores generan cuatro escenarios básicos:
– En el tipo I, las organizaciones se convierten en estructuras burocráticas mecanicistas, sus tareas son altamente repetitivas, buscan que sus procesos sean perfectos, manejan controles drásticos y buscan la eficiencia a través de sus costos. El cambio no es factor a considerar.
– En el tipo II, las organizaciones no utilizan procedimientos y sistemas rígidos de trabajo, se adaptan fácilmente al medio ambiente y tienden a ser humanistas, por la característica del medio ambiente simple se favorece la centralización.
– En el tipo III, las organizaciones manejan una estructura burocrática y mecanicista de manera mediana, alta rigidez hacia el cambio, dependencia de los conocimientos y experiencia de los miembros de la organización, se fomenta la descentralización.
– En el tipo IV, encontramos las organizaciones más aptas para el análisis y manejo de las fuerzas ambientales, ya que es una organización altamente descentralizada, su estructura organizacional está definido en varios grupos de trabajo altamente adaptables a la contingencia y una gran interacción entre sus miembros.
En este tipo de organizaciones ubicamos por ejemplo a los despachos de consultaría.
Fuente: Administración I de la facultad de contaduría y administración, UNAM.