Aspectos psicológicos de la toma de decisiones
Las decisiones son un tema de gran repercusión en la propia persona, por lo que se han desarrollado numerosos estudios psicológicos en esta línea.
Cuando una persona es capaz de decidir sobre un aspecto determinado de su entorno o de su vida, su autoestima crece hasta proporcionarle una mayor seguridad acerca de su competencia.
Esta sensación de ser competente repercute a la vez en tener una confianza mayor para realizar numerosas actividades que de otra manera la persona no se atrevería a realizar.
Decidir es una fuente de poder y quizá esto sea lo que más atemoriza a muchos de los directivos acerca de la poca iniciativa y capacidad de realización de muchos de los miembros de sus instituciones.
¿Cómo esperar que una persona sea capaz de realizar trabajos extraordinarios, si siempre se siente incompetente?
Experimentar la competencia constituye un elemento necesario para propiciar en los seres humanos la confianza en sí mismos, que es indispensable para asumir riesgos.
Cuando las opiniones de las personas no son escuchadas o son ignoradas, cuando se les impide ejercer las mínimas decisiones y siempre deben consultar cualquiera de ellas por insignificante que parezca, el directivo estará construyendo una organización de personas que carecerán de la fuerza suficiente hasta para realizar bien su trabajo.
Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM