Base de la demanda de la empresa
Recuérdese que la demanda se refiere al número de unidades de un producto que los clientes están dispuestos a comprar durante un periodo de tiempo y bajo ciertas condiciones.
Este periodo puede ser de un año y las condiciones que deben especificarse incluyen el precio del artículo, su disponibilidad, los gustos de los consumidores, la expectativa de posibles cambios en el precio y los ingresos del consumidor, entre otros factores. En conclusión, la cantidad de producto que los consumidores quieran comprar (demanda del producto) depende de todos los factores mencionados.
En la toma de decisiones de la empresa, la atención se centra en la demanda del mercado, pero ésta es tan sólo la suma de la demanda individual (personal), y comprender esta última aporta datos importantes respecto a las rela ciones del mercado.
En lo personal o individual, la demanda se determina por dos factores: el valor asociado con la adquisición y uso del producto y la capacidad para adquirirlo. Estos dos aspectos son requisitos para que se presente una demanda efectiva, pues el deseo de compra sin el poder adquisitivo conduce a una necesidad pero no a una demanda.
Dentro del proceso de la demanda individual se conocen dos modelos básicos:
1. Teoría del comportamiento del consumidor.
Se relaciona con la demanda de productos de consumo personal. Este modelo analiza la exigencia individual por bienes o servicios que satisfacen en forma directa al consumidor.
El valor del bien o servicio (utilidad) es el fundamento de la teoría. En este modelo las personas se consideran un grupo que trata de elevar el servicio total que proporcionan los bienes que consumen (procedimiento de optimización).
Este procedimiento obliga a los consumidores a examinar con cuidado la utilidad marginal que resulta de obtener cantidades adicionales de un producto o la del valor relativo al adquirir un producto en lugar de otro. Las características del individuo y del producto determinan la demanda del producto por parte del consumidor.
2. Demanda derivada. Muchos bienes o servicios no se adquieren por su valor directo de consumo, sino porque se constituyen en insumos importantes para la manufactura y distribución de otros productos.
La mano de obra para la cosecha de maíz, los tractoristas, los equipos para riego, etc., son ejemplos de bienes o servicios cuya demanda no está relacionada de modo directo con el consumo personal final, sino que se derivan de forma indirecta de éste.
La demanda de estos bienes se origina en el valor que proporcionan a la empresa que los produce, ese valor se considera según el efecto sobre el objetivo relacionado con el incremento del valor de la empresa.
Aparte de que el producto agrícola tiene una demanda directa o derivada, los fundamentos de la economía de la empresa proporcionan las herramientas para investigar esa demanda.
En las dos situaciones expuestas, la demanda individual se presenta siempre como el intento por elevar un objetivo que no es otro que incrementar la utilidad, en la teoría del comportamiento del consumidor y el empleo de soluciones de optimización, en la derivada.
Ambos modelos se basan en la optimización y sólo difieren en la naturaleza de su objetivo; por ello, no es extraño que, aunque el producto específico y las características individuales que afectan la demanda difieran, las relaciones fundamentales sean esencialmente las mismas.
Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg