Caprinos
Según observaciones arqueológicas los caprinos constituyen unos de los animales domésticos más antiguos, a tal punto que han estado asociados con el hombre desde hace aproximadamente 10,000 años.
La cabra domestica se encuentra en todos los lugares habitados del mundo, adaptándose a las diversas condiciones ecológicas y de manejo. Por esto se ha difundido y prosperado en regiones que difieren notablemente en clima, topografía y suelo. Las razas registradas de cabras domesticas presentan diferentes conformaciones, pelaje y productividad.
Finalidad
Dentro de los sistemas de producción pecuaria, la explotación caprina aparece como una buena alternativa.
Para lograr un óptimo desarrollo de la producción caprina, cualquiera que sea su finalidad (leche, carne o doble propósito), es indispensable dominar los aspectos sanitarios, genéticos, nutricionales y de manejo referentes a esta especie.
La ganadería caprina es fuente de proteínas y energía para los seres humanos. La cabra utiliza forrajes, subproductos industriales y residuos de cosechas que no puede consumir directamente el hombre, incluso otros rumiantes, para transformarlos en leche y carne.
El productor caprino, en primera instancia, enfoca su explotación hacia objetivos de producción, bien sea de leche, carne o de doble propósito.
Los caprinos se desarrollaron a partir de un tipo ancestral del periodo mioceno. Los fósiles más antiguos de esta especie corresponden a un animal con aspecto de caprino denominado Tossumoria, encontrados en el oriente de China. Estos restos y los llamados Sivacapra, originarios de la India, se asemejan más al género Hemitragus que al Capra.
Los restos de las cabras encontradas en Europa y Asia indican que ya en el pleistoceno eran comunes, y estaban estrechamente relacionados con ciertas especies de Capra y Hemitragus existentes hoy en día.
Según datos paleontológicos, la cabra fue domesticada en el suroeste de Asia: allí se halló la cabra salvaje de Bezoar, considerada la progenitora de la mayoría de las cabras domésticas. Otros animales primitivos, como el Markhor, se supone que hayan contribuido a la formación de ciertas razas de la India y del cercano Oriente.
Algunas civilizaciones, entre ellas la egipcia, utilizaban y criaban las cabras para aprovechar su leche, carne y pieles. En Mesopotamia se han descubierto utensilios de cocina decorados con motivos de cabra y en Creta monedas donde se observa un carro tirado por cabras Bezoar.
El origen de la cabra y su domesticación es un tema de debate y confusión. Sin embargo, es importante destacar que desde su aparición fue domesticada por el hombre, quien supo valorar su utilidad económica.
Razas
Aunque por la cantidad de cruzamientos que ha habido es difícil establecer diferencias exactas entre las razas caprinas. Se pueden definir cuatro categorías básicas:
– Rústicas, de osamenta grande, piel negra, pelo grueso y largo;
– De carne, con cuello corto y profundo, dorso ancho, nivelado y horizontal, pecho relativamente profundo y ancho, y miembros posteriores de buen desarrollo muscular;
– De leche, con un aspecto más refinado, cara limpia, cuello con piel sedosa, y
– De doble utilidad, que combinan la productividad y características de las dos anteriores.
Entre las razas caprinas más difundidas se encuentran:
Saanen. Es una raza muy lechera, originaria de Suiza, produce leche con un bajo contenido de grasa. A finales del siglo pasado se extendió por varios países de Europa. A principios de este siglo fue traída a América.
Es de color blanco y piel pigmentada, con el pelo de mediana longitud, aunque puede ser largo y denso sobre la espalda y en las extremidades posteriores.
Las hembras adultas miden de 70 a 72 cm. de alzada y pesan aproximadamente 50 Kg. Los machos miden alrededor de 87 cm. de alzada y pesan entre 75 y 80 Kg.
Alpina. Originaria de los Alpes de Francia. El color puede ser bayo claro u oscuro, castaño, agamuzado, negro con blanco o café. Las manchas nunca son definidas. Las hembras miden 75 cm. de alzada y pesan alrededor de 50 Kg.; los machos miden 87 cm. Y pesan unos 70 Kg.
Toggenburg. Originaria de Suiza. Es de color pardo, presenta color blanco en cada mejilla, orejas y miembros posteriores y anteriores. Es la más pequeña de las razas suizas, aunque su cuerpo es más ancho y compacto. Las cabras adultas miden 65 cm. De alzada y pesan alrededor de 50 Kg.; los machos miden aproximadamente 80 cm. Y su peso alcanza los 70 Kg., en esta raza se hayan las ubres mejor conformadas, con un promedio de producción de 600 Kg. por año.
Anglonubiana. Predominan los rasgos de la raza Jumnapari, Nubia y Zaraibí y, por tanto, la anglonubiana es un trihíbrido entre las razas mencionadas y razas británicas. Predominan los rasgos de pelo corto y brillante, piel suelta, orejas largas y caídas, perfil facial convexo y el color negro o castaño moteado de blanco.
Raza criolla colombiana. Su perfil es recto, ligeramente convexo, orejas cortas, cuernos hacia atrás y alzados. Son sobre to do de color negro o café, con frecuentes manchas blancas. El pelaje es delgado, y en los machos es áspero y muy desarrollado.
Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg