Chester Barnard
Una de las obras clásicas más leídas en todos los tiempos que se han publicado en el campo de la administración es el tratado titulado Las Funciones del Ejecutivo, escrito por Chester I. Barnard en 1938. Nadie más para escribir este libro como una persona que pasó toda su vida de ejecutivo.
Fungió como presidente desde 1927 hasta 1948 en la empresa Jersey Bell Telephone Company. Estuvo fuertemente influenciado por Pareto. el análisis que desarrolla en su obra con respecto al administrador es un verdadero enfoque de sistemas sociales. Para comprender y analizar las funciones de los ejecutivos, Barnard estudió sus principales tareas en el sistema donde operan.
Una de sus conclusiones importantes fue detectar la importancia de mantener un sistema de esfuerzo cooperativo en una organización formal y, precisamente ésta era la tarea primordial de los ejecutivos. Cabe mencionar que él utilizaba la palabra ejecutivo para identificar a los administradores, no importando el nivel en que se encontraba.
Sus estudios indudablemente aportaron un análisis profundo de los principales elementos de la tarea administrativa. Contiene intuiciones extraordinarias sobre la toma de decisiones y el liderazgo. Todo ello analizado y escrito como una verdadera autoridad en la materia como lo fue él.
Sus aportaciones están ligadas a procesos organizacionales, como la organización, la comunicación y la autoridad entre otros.
En el concepto de organización enfatizó la importancia de los grupos informales y la manera de aprovecharlos, por su parte, al hablar de la comunicación, resaltaba la importancia de ese medio a través del cual se vinculaban los integrantes de una organización para lograr un propósito común.
En lo que refiere a la autoridad, este autor afirma que, la autoridad o mando, tiene dos elementos básicos: el origen del mando (quien ordena) y la aceptación del mando (quien obedece). Demuestra la importancia que tiene la actitud del ejecutivo en el logro de los objetivos, demostrando que el logro de los objetivos se basa principalmente en el desempeño del jefe.
La aceptación de la autoridad o mando depende en gran parte de cumplir adecuadamente las órdenes dadas, siguiendo los siguientes requisitos:
– Comprensión. La orden debe ser comprendida por lo subordinados.
– Congruente. Debe de estar en acorde con los objetivos de la empresa.
– Compatible. Debe de estar equilibrada con los intereses personales y con los de la empresa.
– Factible. Que sea una orden posible de cumplir.
La obra de este autor relaciona dos aspectos importantes: la actitud del jefe y la reacción del subordinado y la importancia que tiene en una empresa que una orden sea comprendida y aceptada.
Fuente: Administracion I de la facultad de contaduría y administración, UNAM.