Cuestiones fundamentales respecto al diseño del lugar de trabajo
Además de estudiar las cuestiones fundamentales respecto al diseño del lugar de trabajo, los psicólogos industriales han efectuado amplías investigaciones sobre determinados factores, a saber:
– Iluminación. El sentido común nos dice que la calidad del trabajo disminuye cuando no hay suficiente luz. Por otra parte, sabe que si una iluminación defectuosa se prolonga largo tiempo, sobre todo cuando hay que leer o ejecutar operaciones de mucha delicadeza, el sujeto puede sufrir trastornos visuales.
La intensidad o grado de brillantez, es el factor que más a menudo se relaciona con la iluminación. La magnitud del contraste entre el objeto y el ambiente general influye en la intensidad luminosa que se necesita.
Mientras menor sea el contraste, mayor deberá ser la brillantez. El resplandor (o sea la cantidad de luz que reverbera en las paredes y en otras superficies) es otro factor que se combina con la intensidad, lo mismo que el tipo de iluminación.
Otro factor es la distribución de la luz en la sala o en el área de trabajo. Lo ideal es que la luz se distribuya de manera uniforme en todo el campo visual. La iluminación de un área de trabajo a una intensidad mucho mayor que la del área circundante, con el tiempo causara fatiga ocular.
– Ruido. Es una causa común de quejas en la vida moderna. En el hogar, en las calles muy transitadas, en la oficina y la fábrica sufrimos lo que se llama contaminación por ruido.
En esos ambientes el ruido nos irrita y nos pone nerviosos, nos impide conciliar el sueño y nos produce problemas físicos como la sordera.
Todavía no se sabe con certeza si merma la eficiencia del empleado, pues los datos son contradictorios. La unidad básica para medir al ruido es el decibel (db).
Desde el punto de vista psicológico es una medida de la intensidad subjetiva en el sonido. Cero decibeles es el umbral auditivo, o sea el sonido más débil que percibe el oído humano.
¿Que efectos causa el ruido sobre la productividad? Puede distraer, perturbar, ensordecer, alterar las actividades fisiológicas y fatigar. ¿Afecta también la capacidad de trabajo? Debido a los efectos nocivos que ocasiona, se supone que aminora también la eficiencia laboral.
Aunque no es posible afirmar que el ruido perjudique al rendimiento, esta hipótesis esta respaldada por algunos resultados empíricos.
Una manera de prevenir el ruido en las áreas contiguas de una planta consiste en quitar de ahí el equipo que lo produce o encerrarlas con material amortiguador.
Con ello no se aminora el ruido que soportan los que operan el equipo, pero se logra que no moleste a otros (por ejemplo, al personal de la oficina).
Si no se puede amortiguar la fuente del ruido, las siguientes medidas protegerán los oídos personales: tapones, audífonos o cascos.
– Color. Se ha exagerado un poco la utilidad que la buena combinación de color tiene para los hogares, oficinas o talleres. Se afirma que el color eleva la producción, aminora accidentes y errores, mejora la moral.
Las revistas de divulgación sostienen que en el color se refleja nuestra personalidad o cambios de estilo de vida. Tales suposiciones no cuentan con el respaldo de datos empíricos; tampoco es cierta la relación que habría entre el uso de determinado color y su efecto en la productividad y fatiga.
Sin embargo, ello no significa que en la industria no se deba utilizar el color: puede crear un ambiente laboral más agradable y mejorar la seguridad industrial.
Por ejemplo, en algunas plantas se usa como clave: el equipo contra incendios es rojo, las zonas de peligro, amarillas, y el equipo de primeros auxilios, verde. Ello permite identificar de inmediato el equipo y las áreas.
Con el color también se evita la fatiga visual, puesto que cada matiz tiene diferentes propiedades de reflexión. Así, una pared blanca refleja más luz que una oscura.
Por lo tanto, con el uso apropiado de colores se logra que un cuarto parezca más brillante o más oscuro. Las paredes pintadas de colores claros comunican la sensación de mayor amplitud y apertura. Si un local tiene aspecto sucio y triste, el estado de ánimo de los empleados mejorara al pintarlo de nuevo.
Sin embargo, es poco lo que puede afirmarse con seguridad sobre los efectos que el color tiene en la conducta laboral.
– Música. Desde mediados de la década de 1940 se ha observado un aumento extraordinario en el número de oficinas y talleres que instalan música de fondo.
Lo mismo que en el caso del color, se han realizado hipótesis exageradas sobre el efecto que la música ejerce sobre la producción y satisfacción de los trabajadores.
Se afirma que se ven más felices, ponen más empeño en sus labores, faltan menos y están menos cansados al final de la jornada. Unos cuantos estudios, emprendidos por firmas que ofrecen este servicio, corroboran tales aseveraciones pero distan mucho de ser rigurosos y de basarse en un diseño adecuado.
Casi todas las investigaciones dedicadas inicialmente a la música indicaron que la mayoría de las personas desean oír música durante el trabajo, pues creen que con ella estarán más felices y darían mejor rendimiento.
Desde esa época se han llevado a cabo pocos trabajos. En uno de los más recientes se descubrió que la generalidad de los supervisores y no supervisores que laboran en un organismo gubernamental pensaba que la música de fondo no influiría ni en la cantidad ni en la calidad del rendimiento.
Al parecer carece de confirmación valida la hipótesis de que con música se eleva la productividad en todo tipo de trabajo. El efecto de ella depende, en parte, de la índole de las labores.
Según los datos aportados por la investigación, con la música se incrementa la productividad en tareas bastante sencillas, repetidas y que no requieren unidades de corta duración.
La eficacia de la música depende igualmente del tipo de música. Se dan diferencias individuales respecto a las preferencias musicales. Es probable que un grupo de empleados jóvenes prefiera un género distinto al de otro grupo cuyos miembros sean mayores de 45 años.
El efecto de la música en la producción constituye un campo en el cual hace falta investigaciones científicas rigurosas. La mayoría de los empleados declaran que les gusta escuchar música durante sus labores. Quizá mejore la producción en trabajos sencillos y los haga más agradables.
– Temperatura y humedad. Todos hemos sentido los efectos que la temperatura y humedad tienen en nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad de trabajo e incluso en nuestro bienestar físico y mental.
Cuando se realiza trabajo bajo techo, la temperatura y humedad se controlan bien, si es que la empresa está dispuesta a invertir bastante dinero y si las instalaciones se prestan a ello.
Las investigaciones dedicadas al trabajo físico demuestran que las condiciones climatologícas adversas pueden influir en la calidad y cantidad de trabajo realizado.
La producción merma en caso de calor y humedad excesivos; pero aún en los pocos casos en que la producción se conserva estable, los trabajadores se ven obligados a gastar más energía para mantener su rendimiento.
Cuando así lo aconsejen las circunstancias, la inversión que haga la empresa en la instalación de esos sistemas en sus plantas y oficinas le aportara gran beneficio: tener empleados productivos y contentos.
Cuando no sea posible instalar aire acondicionado, puede utilizar ventiladores que reducen las molestias de calor. Por lo menos debe proporcionarles tabletas de sal para que compense la que pierden con el sudor.
Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM