El Codex y el futuro
Es difícil imaginar un mundo sin el Codex. Se ha afirmado que si el Codex no existiera, alguien tendría que inventarlo. Las exigencias de los consumidores, el reconocimiento por la Organización Mundial del Comercio, la creciente asistencia a las reuniones del Codex y la mayor participación de los países en desarrollo son factores que apuntan todos ellos a una vida larga y activa para la Comisión.
Sin embargo, las actividades del Codex en el futuro diferirán considerablemente de las que se han venido realizando durante muchos años. Los adelantos científicos en el sector de los alimentos, los cambios en las actitudes de los consumidores, los nuevos enfoques del control de los alimentos, la evolución del modo de percibir las responsabilidades de los gobiernos y de la industria alimentaría y los cambios en los conceptos de calidad e inocuidad de los alimentos plantearán a la Comisión nuevos desafíos y, posiblemente, la necesidad de nuevas normas.
En la actualidad, los elementos del Codex Alimentarius relacionados con la protección de los consumidores que se derivan de la labor de los «comités horizontales» han adquirido mayor importancia, mientras que los elementos relativos a la composición de las distintas normas para productos no parecen atraer la misma atención que antes.
Pero el interés por los aspectos de las normas del Codex relacionados con la calidad se mantiene y la importancia que se les atribuya en el futuro dependerá en gran medida de las actitudes y las exigencias de la comunidad.
La aplicación de la biotecnología a la elaboración de alimentos y a la producción de materias primas alimenticias está siendo analiza da ya por la Comisión, que examina continuamente nuevos conceptos y sistemas asociados con la inocuidad de los alimentos y la protección de los consumidores contra los peligros para la salud.
La consideración de estos temas permite hacerse una idea de la dirección que seguirán probablemente las actividades de la Comisión en el futuro. Suceda lo que suceda en el futuro, cabe afirmar que la contribución del Codex Alimentarius y de su Comisión al progreso de la humanidad es un hecho extraordinario y uno de los mayores logros del siglo XX.
Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG