Falta de estructura en la toma de decisiones
Lo común en el ámbito de las decisiones directivas es la falta de estructura, entendida ésta como la ausencia de reglas, normas o procedimientos probados para enfrentarlas, por lo que dejan al gerente con la incertidumbre de cual camino tomar. Lo anterior se presenta cuando los problemas a resolver son novedosos, originales, complejos y, por ende, no estructurados.
Por otra parte, existen problemas que al ser de naturaleza rutinaria, son previsibles, cuantificables por lo que se pueden solucionar mediante normas, reglas, políticas o procedimientos.
Los autores Bateman y Snell definen para estos dos tipos de problemas dos tipos de decisiones:
– Decisiones programadas: Decisiones que se enfrentaron y se tomaron antes, para las cuales hay respuestas objetivamente correctas, que se pueden solucionar mediante reglas, políticas o cálculos numéricos sencillos.
– Decisiones no programadas: Decisiones nuevas, novedosas y complejas para las que no hay respuestas probadas.
Los autores Gibson, Ivancevich y Donnelly ofrecen algunas características adicionales a las citadas y algunos ejemplos de estos dos tipos de decisiones:
Fuente: Apuntes de Administración V de la FCA de la UNAM