Grados de satisfacción e insatisfacción con el trabajo
Cada año desde 1949, el sondeo Gallup formula la siguiente pregunta a una muestra representativa de empleados:
– ¿Diría usted que, en general, está contento o insatisfecho con su trabajo?
Admitimos que se trata de una forma demasiado simplificada de abordar un tema tan intrincado como la satisfacción del trabajador; una vez hecha esta aclaración examinemos los resultados:
El sondeo revela que entre el 10 y el 13% de los interrogados afirma estar insatisfecho con su trabajo. Cuando los datos se estudian atendiendo al sexo, raza, educación, ocupación y edad, el grado de insatisfacción oscila entre un máximo del 22% (en empleados que no son de raza blanca) y un mínimo de 17% (empleados mayores de 50 años).
Si aproximadamente del 10 al 13% del sector laboral esta descontento, ¿por qué prestar tanta atención a este punto? Recuerde el lector que los resultados de un sondeo de opinión muestran el fuerte influjo de la redacción de las preguntas.
Hubo resultados distintos al formular preguntas más específicas y complejas. En otro estudio, quienes habían declarado sentirse contentos con su trabajo, al ser interrogados más a fondo manifestaron causas fundamentales de insatisfacción, entre ellas: calidad del liderazgo y falta de oportunidades de desarrollo.
Un indicador seguro de la satisfacción es la contestación a la pregunta siguiente: ¿qué clase de trabajo le gustaría conseguir si tuviera que empezar de nuevo? Se supone que los que están contentos con su trabajo actual dirán que es el mismo, y apenas el 24% de los obreros así lo hizo.
Es natural que la respuesta dependieran del nivel ocupacional: cuanto más alto era éste, mayor satisfacción procuraba el trabajo.
Otro indicador confiable de la satisfacción es la respuesta a la pregunta: ¿qué haría usted con las dos horas adicionales si la jornada constara de 26 horas? También en este caso, la contestación dependía del nivel ocupacional.
Entre los profesionales universitarios, el 66% dijo que las utilizaría en sus actividades laborales, lo mismo manifestaron los abogados.
En cambio, más del 80% de los no profesionales señalo que las usaría para actividades totalmente ajenas a su trabajo. Se dan enormes diferencias en la insatisfacción y dependen de la manera de explorar la cuestión.
Cuando se aplican preguntas más complejas, la proporción de los que expresan malestar y descontento se eleva muchísimo. Al estudiar las estadísticas sobre este punto, es necesario tener en cuenta el tipo de preguntas y el nivel ocupacional de los sujetos (así como otros rasgos personales).
Las necesidades y los valores cambiantes de la nueva generación vienen a complicar aun más la medición de la satisfacción con el trabajo. Si esas variables se han modificado en una cantidad significativa de empleados, se deduce que también habrá cambiado sus actitudes.
Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM