Historia y definición de los aditivos
Como consecuencia del rápido aumento de la población a principios de este siglo, la producción de alimentos pasó de una escala familiar y de limitada distribución (dentro del mismo pueblo o ciudad) a una escala industrial y de amplia distribución. Los alimentos producidos en una ciudad son distribuidos dentro de todo el país e incluso exportados.
Por otra parte, esto implica que los alimentos tardan en llegar al consumidor final, por lo que tienen que ser debidamente conservados. Por las razones antes expuestas hicieron aparición en el campo alimentario los aditivos o sustancias que añadidas a los alimentos en pequeñas cantidades aseguraban su conservación.
Poco a poco, los aditivos fueron introduciéndose má s y más, y pasaron de ser simples conservantes a productos con los que se trataba de «mejorar» la apariencia y demás cualidades organolépticas del producto, para hacerlo más atractivo al consumidor.
Por todo ello, los aditivos alimentarios los podemos definir como sustancias que se añaden intencionadamente a los alimentos, sin propósito de cambiar su valor nutritivo, con la finalidad de modificar sus caracteres, técnicas de elaboración, conservación y/o para mejorar su adaptación al usos que se destinen.
Los aditivos, según lo dicho, no son sustancias que posean valor nutritivo y, por tanto, no se pueden considerar como alimentos ni como ingredientes utilizados en la elaboración de alimentos. En un principio se consideraba a los aditivos como sustancias inofensivas, pero con el paso de los años se ha visto que esto no es cierto en muchos casos, existiendo ciertos aditivos «peligrosos» que pueden producir fenómenos tóxicos a largo plazo.
Para paliar esta situación se han estudiado a fondo los diversos aditivos utilizados en alimentación, y las legislaciones de gran número de países han publicado listas de todos aquellos considerados como admisibles para uso en la preparación de alimentos.
Es importante notar la separación existente entre aditivos, que se añaden intencionalmente a los alimentos, e impurezas que aparecen en los alimentos por diversas causas (proceso de elaboración, mezclas, etcétera), pero que no se busca su adición intencional.
Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG