Informe de los resultados del laboratorio
Aunque en algunos casos, por ejemplo en control de procesos, los datos de laboratorio se dan de palabra, lo normal es entregar un informe escrito del trabajo llevado a cabo. Además, se supone que el químico de fábrica debe informar a la dirección mediante breves memorias acerca de las materias científicas comunes relacionadas con las actividades de la firma. Esto se aplica, en particular, al caso de la legislación nueva y pendiente.
La técnica del informe varía con cada individuo y, en general, se adquiere por una combinación del sentido común y la experiencia, pero en lo que sigue se intentan presentar algunas «reglas» básicas en beneficio de los que se enfrentan con esa tarea por primera vez.
Se debe tener siempre en cuenta qué tipo de información debe darse como más útil para la persona de mayor importancia que probablemente va a decidir sobre los datos del informe.
También debe considerarse el grado de exactitud en la expresión de cualquier dato. Parte del trabajo de laboratorio se ejecuta para dar información a posteriori o para confirmar resultados y en tales casos no siempre es necesario dar todos los valores obtenidos.
De igual modo sólo debe darse un valor para cada constituyente aunque se hayan hecho dos determinaciones. Un típico disparate es el siguiente extracto de un informe de estudiante:
En primer lugar, los ejecutivos están, interesados en el resultado, no en el método utilizado. De hecho, con pocas excepciones, raramente se cita el método en el informe, aunque puede aparecer en la correspondencia subsiguiente a una disputa. El segundo lugar, el método del sulfuro es un ensayo que se ha escogido para tener una idea aproximada del valor.
De ahí se ha deducido que la muestra rebasa probablemente el valor límite y se ha empleado otro procedimiento para confirmar el resultado. Suponiendo que uno está satisfecho con la forma en que se han realizad o los análisis por el método más largo, el resultado debe tomarse como el correcto, particularmente siendo el método de «referencia». Así «nada» es el único dato que debe incluir el informe. ¡Además, resultados muy diferentes, como los mencionados, no deben, promediarse!.
La mayoría de los analistas coinciden en los términos utilizados en los informes de datos analíticos, v.g., «Humedad», «Extracto etéreo», «Fibra». También el nitrógeno total obtenido mediante el procedimiento Kjeldahl se expresa junto al factor apropiado, por ejemplo, como en «Proteína N x 6.38» . en el caso de la leche desecada.
Sin embargo, se utilizan algunas expresiones que son más comunes en la planta de fabricación. Por ejemplo, la fuerza de los fosfatos ácidos se expresa en su equivalente de bicarbonato (para facilitar los cálculos de las fórmulas), más que como un porcentaje. Los errores pueden prevenirse disponiendo de una tabla previamente preparada o, simplemente, expresando la valoración en el informe:
Acidez: 37 ml de NaOH 0.1 N/ 10 g
Estas expresiones son tanto más efectivas desde el punto de vista de la interpretación cuanto más puedan basarse en ellas los límites de control. Respecto al grado de precisión del informe, es imposible formular reglas tan exactas como las de la ciencia pura. Por ejemplo, la precisión se limita si solamente se hace una determinación. Los casos siguientes son ejemplos típicos del modo de presentar los informes en diferentes organizaciones:
I. Los porcentajes superiores a la unidad se dan normalmente con la precisión de 0.1; por ejemplo: humedad, 11.6 % ; grasa, 28.7% ; proteína (N x 6.25), 12.2 %.
II. Los porcentajes por debajo de 1.0 se dan, a veces, con el segundo decimal; por ejemplo: cenizas. 0.64 % ; cenizas insolubles en ácidos, 0.08 %.
III. Los preservantes se expresan a menudo con la precisión de 5 ó 10 ppm. IV. A menos que el limite sea muy bajo (por ejemplo: gaseosas, bebidas no alcohólicas), las trazas de elementos se redondean al número entero. Los resultados de ensayos límite se pueden expresar, en general. como «menos de x ppm».
Para decidir el grado de precisión a utilizar en el informe, es muy importante también tener en cuenta la interpretación. Si consideramos, por ejemplo, que la humedad en un cereal «como recibido» no debe exceder del 13%, hay una pequeña ventaja (particularmente si se emplea un aparato eléctrico) al expresar un resultado mucho más bajo, como por ejemplo, 10.3 %, por el número enter o más aproximado (10).
Con trazas de elementos (IV), si el límite legal es de 20 ppm y el determinado con seguridad es de 3.7 ppm puede aproximarse a 4, incluso a «menos de 5» y todavía es válido para el lector del informe.
Esto mismo se aplica en el caso de preservantes desde un punto de vista de la interpretación legal, aunque podamos trabajar a límites inferiores basándonos más en las formulaciones que en los aspectos legales. Los productos que contienen carne y fruta se expresan con el número entero más aproximado, el cu al puede tener, frecuentemente, un grado de precisión totalmente ficticio debido a los dudosos promedios de los que se derivan.
Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG