K. S. Cameron y R. E. Quinn y su propuesta de administración
Aportación: Cultura organizacional y metodología de los valores competentes.
El Instrumento para la valoración de la cultura organizacional aportado por Cameron y Quinn (1999). Se ejemplifica en un: modelo de medición de la cultura empresarial.
Para llevar a cabo el diagnóstico de la cultura en la empresa, se ha considerado oportuno el utilizar la metodología propuesta por Cameron y Quinn (1999). Estos autores se basan en el “Competing Values Framework” propuesto por Quinn (1988), para crear lo que denominan “Instrumento para la valoración de la cultura organizacional (Organizational Cultural Assessment Instrument, OCAI)” las características de esta herramienta son:
– Práctica. Incluye dimensiones culturales relevantes.
– Datos cuantitativos y cualitativos. Se utilizan ambos tipos de datos.
– Manejable. Este proceso puede ser aplicado por personas internas a la organización sin necesidad de que intervengan expertos externos en medición de cultura organizacional.
– Validez esta metodología ha sido y está siendo aplicada por un número considerable de organizaciones y también está siendo utilizada por investigadores.
El OCAI es una técnica que mide la situación cultural de la empresa sobre cuatro dimensiones de la cultura. Estas cuatro culturas quedan definidas a partir de dos dimensiones por una parte la orientación hacia el interior o el exterior de la empresa y por otra la orientación hacia la flexibilidad o hacia el control.
Cruzando estas dos variables se obtienen los cuatro tipos de cultura siguientes:
– La cultura clan. Es propia de empresas que buscan el control interno pero con flexibilidad preocupados por sus empleados y mostrando sensibilidad a los clientes.
– La cultura de adhocracia. Se encuentra en aquellas empresas que se centran en aspectos externos, pero que buscan un alto grado de flexibilidad e innovación, para lograr la coordinación, la adhocracia fomenta la adaptación mutua (entre directores integradores y grupos de trabajo), el poder se distribuye de un modo desigual.
Esta autoridad no se atribuye por criterios de categoría profesional, sino por las decisiones a tomar de los expertos.
– La cultura de mercado. Aparece en aquellas organizaciones que se centran en el exterior pero necesitan control y estabilidad interna. La cultura de jerarquía se centra en aspectos internos requiriendo control y estabilidad.
Así las empresas pueden presentar una orientación muy grande hacia una de las culturas, o hacia varias de las culturas.
Fuente: Administración I de la facultad de contaduría y administración, UNAM.