La comunicación desempeña un papel preponderante en el éxito de una estrategia de servicio, cualquiera que sea ésta.
Es el vehículo indispensable para ampliar la clientela, conseguir su lealtad, motivar a los empleados y darles una idea exacta de las normas de calidad que deben respetar.
La comunicación debe ir dirigida a un determinado grupo. Pierde toda su eficacia cuando trata de dirigirse a todo el mundo.
Por último, la comunicación no se limita al mensaje publicitario o a la documentación técnica, sino que cubre todas las circunstancias, directas e indirectas, que ponen al cliente en relación con la empresa.
Fuente: Apunte de la materia de Comercialización de la UNIDEG.