Las sustancias añadidas a los alimentos en los últimos años
Sin referirse a la historia, muy larga, las sustancias añadidas a los alimentos pueden, a partir de las situaciones observadas en Francia, en los últimos años, traer explicaciones de interés que aportan los consumidores y que pueden afectar a la enseñanza. Tras el Decreto de 12.10.1972 sobre la rotulación, comenzaron los alimentos envasados, desde 1973/1974, a llevar no solamente la lista de los componentes principales, sino también, la de los productos de adición.
Estos han sido designados más tarde por una clave (E…) a continuación del nombre de la categoría. Estas informaciones suscitan una indiscutible curiosidad por parte del consumidor, porque muchos descubren la existencia de aditivos en los alimentos que ellos creían conocer o sobre los cuales no estaban todavía informados. Las reacciones han sido numerosas y diversas.
Las organizaciones de consumidores no esperaron al año 1972 para interesarse por los aditivos (el Laboratorio Cooperativo publicó en noviembre de 1960 un estudio sobre «las sustancias voluntariamente agregadas en los alimentos»). Más fácilmente encontraron, a partir de una etiqueta, las ocasiones concretas de tener conocimiento de informaciones de cuestiones relacionadas con la utilidad y la seguridad de los aditivos.
Los medios de información generales (radio, prensa, etc.) testimonian mayor interés que antes sobre el empleo de los auditivos, es especial, los colorantes. Algunas revistas publican las listas que los aditivos con apreciaciones y comentarios a veces dudosos.
Hacia 1975 un libelo presenta como emanante del hospital de Villejuif tubo una difusión incontrolada y sorprendió a consumidores de buena ley como asociaciones locales de consumidores y periodísticos; ademas de clasificar los aditivos en sospechosos o tóxicos es desde el principio ambiguo, contiene numerosos errores (el acido cítrico es clasificado como el mas peligroso de los aditivos) pero su cará cter mas insolutos y apremiante es la asociación de ideas que desarrolla la enfermedad especialmente el cáncer con los aditivos asegurándose así un éxito, un éxito que traspaso las fronteras de Francía.
A pesar de las razones inmediatas y repetidas la función de este ibelo tendrá repuesta durante años (especialmente en 1981- 82).
El examen de 1975 por indigenistas de comité científico de la alimentación humana de la (CEE) de los datos toxicológicos de los colorantes de los Alimentos condujo fácilmente a prohibir varios de los autorizados, por que sus expedientes toxicológicos estaban demasiado incompletos para garantizar el grado de inocuidad que se debe esperar, en su derecho, de tales aditivos.
Otros traen la tensión sobre las relaciones entre el empleo de aditivos y la seguridad de los consumidores; el ejemplo del amaranto cuyos resultados de experimentación animal conduce a sospechar la alegernosidad de ciertos colorantes; el peligro de la formación de nitrosaminas a partir de los nitratos y nitritos el aviso de reservar de los nutrisionistas frente a los sulfitos…
Los productores de alimento acogen sin entusiasmo la obligación de rotular los alimentos con la indicación de los aditivos que contiene normas que se puso en vigor con algún retraso y por otro lado la referencia de algunos casos y efectos, han dado ocasión a las organizaciones de los consumidores de reexaminar la utilidad e interés de los aditivos y no solo por el interés de reducir el tamaño de la etiquetas suprimiendo algunos.
El desarrollo de la campaña contra los aditivos especialmente los colorantes entre 1975 — 1976 la puesta en el mercado de los alimentos sin colorantes artificiales o la sustitución de estos por naturales se espera que tuviera una buena acojina del publico.
El éxito comercial de los alimentos sin colorante fue desigual según los productos pero este episodio a permitido comprobar que una proporción, no despreciable de consumidores adquirían con placer productos sin aditivos; esto traerá sin duda que muchos productor es se preocupen más sistemáticamente sobre los deseos de los consumidores y sobre los medios de complacerles.
Se podrá señalar también la reacción de importantes empresas agroalimentarias en exponer su oposición de fundar una organización, la CRIA, técnicamente encargado de una amplia misión de información y de estímulos a la investigación en cuanto a la preocupación por los aditivos, que fue el origen de la CRIA, cuyo organismo ha sido disuelto.
Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG