Periodo de saldo en caja
En esta parte se analizan tiempo, necesidades, y condiciones para entregar el efectivo y establecer los saldos mínimos para continuar con la operación de la empresa.
Saldo mínimo requerido
El saldo mínimo requerido es aquel el cual nos sirve para poder hacer frente a los gastos operativos de la empresa.
Los presupuestos de estos conceptos de transacciones con efectivo que ya han sido preparados en este punto de proceso de la planificación constituyen la base para calcular los flujos planificados de salidas de efectivo.
El método de los ingresos y desembolsos de efectivo exige la eliminación de las partidas que no entrañan efectivo (como la depreciación) en los correspondientes presupuestos de gastos que ya se han preparado.
La experiencia y la política de la compañía en materia de descuentos sobre compras deben ser tomadas en cuenta al estimar el lapso que transcurre entre la creación de las por pagar y el subsecuente pago de efectivo para la liquidación de estos pasivos.
Deben también considerarse:
– Las acumulaciones de gastos o de pasivos o Los pagos adelantados; los dividendos.
– Los pagos del impuesto sobre la renta y al Seguro Social.
La afluencia de fondos por concepto de préstamos, y el reembolso del principal con sus intereses, afectan tanto al flujo de efectivo como al impuesto sobre la renta.
Por lo tanto, existe una secuencia de cálculo única en cada situación y que usualmente debe ser observada al planificar los fondos de salidas de efectivo.
El efectivo se ha convertido en una mercancía cara, cuya tasa y disponibilidad fluctúan con una rapidez que el administrador financiero desconoce muchas veces.
Así que la actuación estratégica y la capacidad del empresario y los directores será vital para lograr una buena liquidez.
La solución es:
– En primer lugar, financiar el crecimiento normal de la empresa mediante el flujo de efectivo generado por sí misma.
– En segundo lugar, obtener financiamiento, en moneda nacional o extranjera, de acuerdo con la generación de flujos del proyecto para el cual se desea el financiamiento.
– En tercero, recurrir a aportaciones adicionales de capital.
Es recomendable que al llevar a cabo la elaboración del presupuesto de efectivo y determinar un faltante no se acuda en forma instantánea al banco.
Lo viable es:
– Analizar cada una de las políticas de las diferentes partidas de capital de trabajo.
– Determinar si es factible reducir el periodo de cobro y el periodo de existencia de materias primas.
– Considerar la posibilidad de acortar el periodo de existencia de artículos terminados.
– Ampliar el plazo de pago a proveedores con el objeto de resolver los faltantes a través de una reasignación de flujo de fondos.
Desgraciadamente, en la cultura financiera de la mayoría de las empresas latinoamericanas, la primera acción que se toma ante un faltante siempre es proceder a la obtención de un préstamo, olvidando que en muchas ocasiones la solución existe dentro de la entidad misma.
Es necesario recordar que la liquidez de una empresa depende directamente de una buena o mala administración de su capital de trabajo.
La meta siempre debe ser acortar el tiempo entre el uso y la recuperación del efectivo en cada una de las etapas del ciclo del capital de trabajo. Lo ideal es usar el menor efectivo posible y recuperarlo lo más pronto posible.
Fuente: Apunte de Presupuestos de la FCA de la UNAM