¿Quién tiene mayor propensión a problemas de salud mental?
Los profesionistas con elevados ritmos de trabajo y/o baja discreción respecto al uso de las destrezas tienen un riesgo de trastorno mental máximo. Un ejemplo de esto son las secretarias, camareros, obreros de la construcción.
Los que parecen especialmente proclives a abandonar por motivos de salud mental pertenecen al sector de servicios, como el personal sanitario y los maestros, así como los empleados de la limpieza, amas de casa y trabajadores del transporte.
Los trastornos por ansiedad, al igual que el miedo, la preocupación y los trastornos relacionados con el estrés asociados, como el insomnio, parecen mostrar una prevalecía cada vez mayor en los centros de trabajo.
Los recortes de plantilla, la amenaza a los derechos adquiridos, los despidos, los rumores de despido inminente, la competencia a nivel mundial, las reestructuraciones, adquisiciones, fusiones y otras fuentes de confusión organizativa han erosionado la sensación de seguridad laboral de los trabajadores y han contribuido a crear una «ansiedad relacionada con el trabajo» evidente, aunque difícil de medir.
Los síntomas de trastorno por ansiedad generalizada comprenden «inquietud o sensación de estar en tensión o al borde de un ataque de nervios», fatiga, dificultades para concentrarse, tensión muscular excesiva y alteración del sueño.
Parece probable que exista una mutua influencia de los factores organizativos relacionados con el trabajo y los propiamente personales, y que esta interacción determine la aparición, progresión y evolución de estos trastornos.
Estos factores pueden ser una carga de trabajo abrumadora, el ritmo de trabajo, los plazos y una falta percibida de control personal. Las personas que, como los agentes del orden y los bomberos, desempeñan tareas peligrosas parecen correr también mayor riesgo de sufrir estados de sufrimiento psicológico mayores y más prevalentes, como la ansiedad.
Sin embargo, hay datos de que ciertos trabajadores empleados en profesiones peligrosas consideran su trabajo «estimulante», en lugar de peligroso, y que lo afrontan mejor, en lo que a sus respuestas emocionales al trabajo se refiere.
La mejora psicológica del puesto de trabajo, por medio de un nuevo diseño de los lugares de trabajo, podría erradicar o prevenir muchos de estos efectos adversos.
Es preciso mejorar el entorno laboral psicológico de salud y de los programas de promoción de la salud de todos como paso imprescindible para lograr un entorno laboral confortable y así reducir el estrés.
Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM