Relaciones públicas internas
Cuando en el seno de una entidad coexisten mucho individuos, los problemas de relación abundan y requieren un tratamiento técnico especial; tal es el objeto de las relaciones públicas internas.
Así, por ejemplo, los trabajadores de una gran empresa, el profesorado y alumnado de una universidad, etc.
Las relaciones públicas internas no difieren en sus fines de las generales; se trata de lograr que toda esa gente que pertenece a la entidad se sienta a gusto e identificada con ella.
Esta actitud del personal tiene una notable repercusión en las relaciones públicas externas; porque si los propios empleados hablan mal y echan pestes contra la empresa, ¿qué vamos a pensar quienes sólo la conocemos a través de su testimonio? Que aquello es un desastre, puesto que así lo afirman quienes lo viven.
La opinión y la actitud de los miembros de la entidad opera también por nuestros conductos.
Dichos miembros son la imagen viva de la entidad: por eso le debe interesar tanto a ésta que se encuentren siempre en las mejores condiciones deseables.
Un empleado mal encarado hace antipática la empresas. El conductor de un camión que intimide en la carretera a los pequeños autos contribuye a formar una pésima imagen de la marca cuyo rótulo ostenta muy visiblemente.
No se pensará: “Ese conductor es un incivil”. Sino que se exclamará: “¡Maldito XX…!”, cargando la culpa en la marca y atribuyendo en la práctica a ésta mala conducta del individuo.
Así, las relaciones públicas internas trabajarán sobre las condiciones laborales y personales de la plantilla, las posibilidades de promoción profesional, el trato entre compañeros y también entre superiores y subordinados.
Por ello, a veces su ámbito de acción es limítrofe con los departamentos de personal, formación profesional, psicología industrial y asistencia social, donde respectivamente los haya.
Una colaboración con éstos siempre resulta fecunda, delimitando con mucho cuidado las respectivas esferas, para que no haya coincidencias ni, por el contrario, lagunas.
Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM