Teoría económica
Desde el siglo VII hasta el XII, periodo conocido como Medieval, el carácter de la sociedad estaba regido por la institución del feudo o Estado feudal.
El comercio y las transacciones desaparecieron virtualmente durante este periodo en Europa, pues los feudos eran los encargados de proveer la defensa de los señores y los siervos pagaban por ello un precio muy alto: la ignorancia general y el estancamiento económico.
A partir del siglo X se presentó en Europa un acelerado desarrollo político y un aumento en las transacciones comerciales que trajeron como resultado, entre otras cosas, el crecimiento de la población y un cambio de las condiciones económicas, elementos estos que durante el transcurso de los siglos crearon las condiciones para la ruptura del feudalismo y el inicio del capitalismo.
Las actitudes hacia la riqueza, unidas a los beneficios del trabajo y a la liberación de los factores de producción, generaron una inquietud por comprender los factores complejos relacionados con el progreso, todo lo cual se sintetizó en nuevas formulaciones acerca de la razón de ser de todos esos procesos.
Entre tanto, las culturas indígenas en América Latina avanzaban material y tecnológicamente antes de la conquista. Si bien, existían semejanzas entre las estructuras feudal y prehispánica (estructura jerárquica, sistema social rígido, etc.), Europa pasó al capitalismo, en la mayoría de los casos, sin esa conquista demoledora y brutal que suprimió y transformó las culturas de la región conocida como América Latina.
A fines del siglo XVIII se publicó la primera teoría de economía dinámica que puede considerarse como tal. Su gestor fue Adam Smith (1723-1790) y su obra An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations (1776). La economía se presentó aquí separada de la investigación y como reflejo del carácter variable de la sociedad.
Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg