Una categoría en el «banquillo»: los aromas
Quedaba indicar aquí una categoría de aditivos para los que no faltan las discusiones, hasta polémicas que traen el peligro de renovar lo que en el curso de los años hubo respecto a los colorantes y ciertos conservadores , nos referimos a los aromas.
En efecto, bajo estas denominaciones se encuentran millares de sustancias, de preparaciones, de alimentos. Su valoración toxicológico representa ciertamente, un trabajo considerable todavía con lagunas.
Se podría hacer un estudio toxicológico profundo de numerosas sustancias que nos daría sorpresas incluso entre las que se están empleando desde hace muchos años. La idea, en principio, de listas positivas debe, también para los aromas, ser mantenida y desear que siga su camino, aunque ciertos medios industriales defiendan, las listas negativas para la mayor parte de los aromas.
Parece, por tanto, que sería importante abordar e l principio de listas positivas en aquellos aromas que la industria alimentaría tiende a emplear, cada vez más, en la elaboración de nuevos productos. Se debe añadir que los consumidores estiman que no se debe jugar con las palabras y especialmente, con el vocablo natural, para hacer creer que garantiza la inocuidad o cualidades organolépticas que no pueden añadirse. Los aromas fabricados por el hombre deben presentarse como lo que son: aromas artificiales, aunque tengan homólogos en la naturaleza.
Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG