Hábitat y nicho ecológico

En ecología es útil distinguir  entre el lugar o ambiente específico donde se encuentra a un organismo y el papel que desempeña dentro del sistema al cual pertenece, es decir entre su hábitat y su nicho ecológico. El nicho ecológico es, pues, el modo en que una población está especializada en una comunidad natural para obtener los recursos para su subsistencia, es decir cómo utiliza realmente su ambiente.

Esta especialización reduce o elimina la competición y permite que dos o más especies coexistan como miembros de la misma comunidad.

Si los nichos de dos o más especies se sobreponen parcialmente, éstas entran en competencia, y si dos especies tienen nichos que se sobreponen en gran parte, sobrevive una sola de ellas.

Éste es el contenido de la ley de Gause o principio de exclusión competitiva, según el cual dos especies con el mismo nicho no pueden coexistir en el mismo lugar y al mismo tiempo.

Siempre que un número de especies similares coexisten en una misma área, pueden hacerlo porque ocupan diferentes nichos o porque ninguna de sus necesidades vitales tropieza con limitaciones.

Los miembros de una misma especie pueden también competir entre sí. Esta competencia intraespecífica (frecuente en los animales territoriales) asegura que el nivel de población no exceda a los recursos disponibles.