Importancia de la comunicación visual

El hombre, como receptor de mensajes obtiene información a través de sus cinco sentidos; pero cada uno de ellos realiza una función de diversa índole.

Actuando por separado, cada uno de los sentidos tiene tan sólo un porcentaje relativo de efectividad: el gusto, el olfato, el tacto y el oído, en conjunto, consiguen 20% de información, mientras que a través de la vista se capta el 80% restante.

De ahí la importancia que adquiere cualquier sistema de comunicación catalogado como visual. Como información visual se entiende todo aquello que capta nuestra vista, desde una cromática flor, hasta un vistoso cartel.

Todo lo que nuestros ojos ven son emisiones potenciales de mensajes, pero la intención o propósito de la información recibida clarifica taxonómicamente el tipo de información enviada por todo lo que nos rodea.

De ahí que la comunicación que se establece visualmente quede dividida para su estudio dentro de dos grupos principales: intencional y casual.

Una nube gris que cruza por el firmamento establece un tipo de comunicación de tipo casual al enviamos un mensaje fortuito, porque de manera natural nos advierte, sin ser esa su intención, que se avecina una tormenta.

En cambio, las nubecillas de humo creadas por los indios de Norteamérica establecen un tipo de comunicación intencional puesto que esa es su finalidad ya que fueron concebidas con el objetivo de motivar un mensaje.

La comunicación intencional forma parte, a su vez, del estudio de la semiótica de los gráficos dentro del área de los diversos tipos de información visual práctica que de alguna manera interfieren con la conducta de quienes la observan, por lo cual su estudio es conocido como conducta semiótica.

Fuente: Apunte de Diseño de Sistemas de Señalización y Señalética de la U de Londres.