Política económica y decisiones empresariales

En los últimos años la política económica en nuestro país ha logrado mantener un entorno macroeconómico estable, sin embargo se requieren esfuerzos adicionales para lograr que las empresas se desarrollen en forma competitiva, dinámica y sostenida.

Al mismo tiempo existen factores que inciden negativamente en la competitividad de nuestro país y sus empresas, los cuales son:

A) Concentración de las exportaciones en mercados, productos y empresas

A pesar del dinamismo de las exportaciones del país, éstas acusan una diversificación insuficiente que aún está lejos de su potencial.

Las exportaciones se encuentran concentradas básicamente en un destino, los Estados Unidos, debido a la cercanía geográfica y la vinculación entre la economía mexicana y la norteamericana.

Por otra parte, las exportaciones se concentran en algunos productos tales como la industria automotriz y de autopartes, así como el caso específico de las exportaciones petroleras que están generando importantes ingresos de divisas y recursos presupuestales para el país.

En cuanto a las empresas exportadoras, alrededor de 300 grandes empresas concentran un poco más del 50% de las exportaciones.

B) Debilitamiento y desarticulación de cadenas productivas

La baja vinculación en las cadenas productivas no ha sido exclusiva del sector exportador, sino que es visible en gran parte de los sectores económicos.

La competencia y la apertura de la economía genera una sustitución gradual de insumos nacionales, obedeciendo a criterios de menor costo o mayor calidad y reforzada por la sobrevaluación de la moneda.

C) Elevados costos asociados a la normatividad

Los empresarios se enfrentan a un exceso de trámites y gestiones para abrir y operar un negocio, lo cual en muchas ocasiones representa una limitante para el crecimiento de la actividad productiva.

Esta situación desincentiva el cumplimiento de las obligaciones tributarias y la informalidad de los negocios.

D) Escaso desarrollo de habilidades empresariales

En nuestro país, la cultura empresarial no se ha desarrollado a su máximo potencial. En muchas ocasiones las empresas inician como negocios de subsistencia sin mayor conocimiento de los conceptos básicos de administración de negocios.

E) Limitaciones en cuanto a capacitación

La capacitación gerencial y laboral de los recursos humanos de las empresas constituye una de las bases del incremento de la productividad y competitividad de las empresas, aunque esto implica costos y tiempo.

F) Desconocimiento del mercado

Si las empresas no cuentan con información y orientación oportuna, repercute sobre su capacidad de gestión y penetración de mercados al no tener una visión completa del entorno en el que operan y la competencia a la que se enfrentan; por lo tanto, reduce las posibilidades de que éstas sobrevivan en el mercado, disminuyendo sus márgenes de ganancias y limitando sus capacidades de crecimiento.

G) Falta de innovación tecnológica

La ausencia de políticas económicas y de decisiones empresariales de medidas adecuadas de fomento a la innovación tecnológica y a la inclusión de tecnología de punta en las empresas se ve reflejada en una planta productiva vulnerable.

En este contexto, el empresario debe tomar decisiones que le permitan mejorar la liquidez, optimizar la rentabilidad, mejorar el valor del patrimonio de su empresa y controlar los riesgos y la incertidumbre.

Así, en un mercado estable, predecible, extrapolable, con poca competencia, gran demanda y baja exigencia por parte de las autoridades, es más sencillo tomar decisiones y tener éxito que en un mercado inestable, impredecible, volátil, con tecnología discontinua, fuerte competencia, poca demanda, menores márgenes y mayor exigencia por parte de las autoridades.

El volumen y márgenes de ventas se han visto afectados por la reducción del mercado, originada por un alto índice del desempleo y un cada vez menor poder adquisitivo, agravado con la disminución en los márgenes de ventas.

Para una mejor toma de decisiones empresariales, los directivos deben formularse ciertas preguntas de manera general y especifica, por ejemplo,

¿quiénes son los clientes más rentables para la empresa?, ¿qué características tienen en común?, ¿qué habría que ofrecer y en qué tiempos?, entre otras.

Es difícil obtener respuestas concretas a las cuestiones señaladas; pero se hace aún más complicado por la velocidad de los cambios en el mercado mexicano y por el aumento en el nivel de turbulencia que se ha intensificado por la presión de clientes, por las expectativas crecientes, por la economía emergente, por los cambios en las reglamentaciones y por los acelerados avances tecnológicos.

El reto actual de los directivos de empresas es lograr la permanencia de sus empresas y para tener éxito deben reaccionar rápidamente a la fluctuación del mercado, predecir con mayor precisión el comportamiento de los clientes, manejar con mayor efectividad todos los factores que afectan a la empresa, proporcionando información estratégica a los dueños del negocio o al consejo de administración, información de ventas a los puntos de servicios y dar a los clientes un valor agregado en los servicios.

Un factor clave para mejorar la efectividad de la empresa es analizar, definir e instrumentar cuándo, dónde, cómo y por quién debe ser usada la información para la toma de decisiones.

En ocasiones, los directivos reciben información escasa que les dificulta tomar decisiones bien fundamentadas y procede a decidir sin muchos elementos.

En otras ocasiones, le llega información abundante, lo que aumenta la propensión a la denominada “parálisis por análisis”, es decir, se demoran las decisiones por estar ocupados en el análisis de un mundo de datos.

También sucede que los datos e información se preparan y se distribuyen de la misma manera para todas las personas sin distinguir o diferenciar lo que cada uno de ellos debe utilizar para realizar su trabajo dentro de la empresa; es muy complicado preparar información personalizada a las necesidades de cada tipo de usuario.

En cuanto a la toma de decisiones, la base de un manejo efectivo de la información es la tecnología de información, y las principales razones para utilizar las nuevas tecnologías en las empresas son incrementar las utilidades, reaccionar más rápidamente a las oportunidades de negocios, proporcionar mejor servicio a los clientes y manejar un control de riesgos más efectivo, ya que la utilización de soluciones tecnológicas constituyen un arma para crear una ventaja competitiva.

La información del conocimiento se ha convertido en el líquido vital de las empresas globales de hoy en día. El uso y la aplicación apropiada permite a las instituciones hacer llegar los productos y servicios más allá de sus fronteras y a una velocidad más rápida.

La clave es el desarrollo de la tecnología para aplicar y administrar el conocimiento, así como la efectiva recolección, control y análisis de información vital y dirigida a los puntos de decisiones y servicio al cliente dentro de la empresa.

Fuente: Apuntes de Macroeconomía de la FCA de la UNAM