Ofimática

La ofimática es la parte de la informática que se encarga del estudio de los métodos de resolución de los problemas planteados por la realización de los trabajos de oficina mediante el empleo de ordenadores. Para ello, aplica un conjunto de nuevas tecnologías con respecto al tratamiento y a la transmisión de textos que permiten desarrollar nuevos métodos de organización y también de desarrollo de ese tipo de trabajos. Lo permite mediante una estrecha conjunción tanto de las telecomunicaciones como de la informática.

La ofimática trata los campos correspondientes a las tecnologías de aplicación de paquetes de programas que manipulan textos (tanto de tipo documento, como carta o informe) de forma que su presentación sea adecuada a una serie de características y restricciones impuestas sobre ella. Estos paquetes se agrupan por regla general bajo la denominación de tratamiento de textos, y se encargan de realizar, entre otras, diversas funciones; la acentuación (que deshechos implica un control, desde el sistema lógico, del sistema físico de la propia impresora), la determinación del formato, la paginación de los textos y la indexación automática de los mismos. Además, dichos programas permiten también todo tipo de operaciones de manipulación de los textos en cuestión como, por ejemplo, traslados de partes de ellos (líneas, bloques, etc.), refundición de diversos textos diferentes, inserción de unos en otros, etc.

Además, la ofimática dispone también del llamado teletexto, gracias al cual es posible transmitir textos entre diversas máquinas de escribir dotadas de memoria o entre sistemas informáticos de tratamiento de textos residentes en los ordenadores conectados a una red. Entre las diversas aplicaciones del teletexto se encuentra el correo electrónico, que transmite informaciones que no están codificadas y poco estructuradas.

Por lo tanto, es un caso contrario al del teleproceso o el teletratamiento en los cuales se trabaja con informaciones que están completamente codificadas y estructuradas. Asimismo, la  ofimática hace uso de la transmisión en facsímil de todo tipo de documentos o gráficos.  Para ello el facsímil y codifica en origen en diversas tonalidades de gris que son transmitidas digitalmente hasta el receptor que las descodifica nuevamente y consigue reproducir a distancia y con toda exactitud escritos, documentos y dibujos o esquemas.

La ofimática, por último, emplea también en gran escala los archivos y bases de datos y todas aquellas técnicas que permiten la manipulación y tratamiento de textos, voz y gráficos.

Históricamente, las aplicaciones de tratamiento de textos constituyeron el primer paso en el proceso de automatización de los trabajos de oficina. Siguieron las técnicas de administración de la información estructurada de este modo y memorizada en soportes adecuados a través de las redes de comunicaciones que permitían su transmisión directa entre diversos usuarios, así como un archivo y tratamiento electrónico de la correspondencia.

El desarrollo de la ofimática puede considerarse paralelo al de la informática y la telemática y da como resultado la construcción de sistemas de oficina con grados cada vez mayores de perfección. Sucede mediante un proceso de aplicación de todas las técnicas que permitan automatizar al máximo las tareas de oficina y la concepción de la totalidad de la actividad que se lleva a cabo en la oficina como un sistema de tratamiento y manipulación de la información en si mismo.

Así la ofimática incorpora técnicas y procesos completamente nuevos, fruto del trabajo interdisciplinario de varias ramas de la técnica. Ejemplo muy gráfico de este logro son las teleconferencias mediante transmisión y recepción simultánea tanto de la imagen como del sonido de una serie de personas que se encuentran físicamente separadas por grandes distancias y que no necesitan acudir a un mismo lugar para intercambiar y discutir la información objeto de su reunión. Asimismo, las conexiones mediante redes de ordenadores posibilitan a esas personas la transmisión inmediata de la documentación que hace al caso, así como el tratamiento   casi directo de documentación base que puede ir alterándose y finalmente hacerse llegar a cada uno de los participantes.

Todos estos avances y la aplicación de las nuevas tecnologías abrirán paso a una nueva concepción de dichos trabajos; también a toda una serie de técnicas para su realización.

En lo que se refiere al puesto de trabajo del futuro en la oficina, tendrá un aspecto muy diferente al que tiene en la actualidad: habrán desaparecido grandes cantidades de papeles, pequeños dietarios y archivadores que contienen desde los teléfonos más utilizados hasta los códigos postales, las direcciones y demás información acerca de los clientes, proveedores y similares. Para un inmediato futuro, el empleo del ordenador en la oficina, así como la conexión de éste a través de redes locales permitirá disponer mediante una terminal inteligente de tres fundamentales de funciones.

Las directamente vinculadas al procesamiento electrónico de datos (la facturación, los pedidos, los proyectos, la disposición, etc.), las funciones de carácter especial (el tratamiento de datos, las aplicaciones de tratamiento de imágenes, la creación de documentación técnica, la agenda electrónica, etc.) y, finalmente, las funciones básicas en cualquier puesto de trabajo.

Entre éstas, se cuentan el procesamiento de textos y formularios, la correspondencia, el archivo, las listas correspondientes al horario de actividades diarias o a los participantes en una reunión y, finalmente, la disposición permanente dela documentación (formularios, informes, cartas, etc.) necesaria para el desarrollo de la propia actividad.